Seguir siendo arquitectos como en el siglo XX ya no es posible, de ahi de repensar el papel en la sociedad y en el escenario global.
Los roles del arquitecto del siglo XXI deben ser:
posibilitador de soluciones espaciales para usuarios ya no individuales, sino comunitarios.
Identificador de nuevas problemáticas de espacio, gestor de ideas para su solución, evaluador de su factibilidad e impacto económico, socio cultural y ambiental.
Administrador de recursos materiales, humanos, naturales y culturales de propiedad comunitaria.
Promotor de proyectos de desarrollo con criterio sostenible.
Asumir una postura crítica y analítica frente a los procesos de implementación de modelos derivados del procesos de globalización.
Abrirse al diálogo como medio de encarar la solución a los diferentes problemas.
Difundir y reconocer los valores culturales que los identifican y que aún conservan, en un mundo completamente homogeneizado por la globalización.