jueves, 12 de abril de 2007




Las computadoras están creando una revolución representacional que promete alterar fundamentalmente la manera en que concebimos y practicamos la arquitectura. En esta encrucijada, el desafio del arquitecto es encontrar formas de utilización del medio digital que trascienden los métodos análogos existentes. Esto puede ser hecho solamente mediante el entendimiento y respuesta a lo que es intrínsecamente característico de las representaciones electrónicas. Los softwares existentes en el mercado de hoy nos permiten por primera vez en la historia representar y por lo tanto diseñar y criticar la arquitectura desde un punto experiencial.
Esto nos puede llevar a reconceptualizar el diseño arquitectónico como el diseño de experiencias arquitectónicas.
Para operar con tal proposición fenomenológica se requiere saber (1) como trabajar con sistemas representacionales no tradicionales y 'casi-inmersivos' (o centrados en el sujeto); y (2) como construir asemblajes temporales de eventos experienciales que se despliegan como 'historias arquitectónicas'
Concebir la arquitectura como una narrativa temporal de tres dimensiones transforma el proceso de diseño y, consecuentemente, sus resultados.
Los arquitectos dependen en representaciones para diseñar, comunicar, y criticar la arquitectura. Hay al menos dos razones para esto. Primero, los diseños arquitectónicos no pueden ser desarrollados y verificados en escala real por obvios problemas económicos y prácticos. Segundo, la mente humana tiene claras limitaciones para generar, mantener, y transmitir simulaciones correctas de la arquitectura si no cuenta con ayuda externa (tales como dibujos y maquetas).
Perolas representaciones arquitectónicas no son solamente herramientas de trabajo sino también el universo de discurso mismo (el espacio conceptual y simbólico) donde el trabajo arquitectónico debe ser desarrollado.
Se deduce que si las representaciones son tan esenciales en el trabajo arquitectónico, entonces el tipo de medio y técnica representacional que uno utilice tiene un efecto directo y duradero en la práctica y pensar arquitectónico. Este principio presenta un gran desafío para los arquitectos contemporáneos ya que los cambios dramáticos en la representación aparejados con la incorporación de las tecnologías electrónicas presuponen un grado comparable de cambios en el quehacer arquitectónicos. Todo parece indicar que tales transformaciones tendrán repercusiones significativas y quizás aún revolucionarias en la arquitectura.
En vista de esta situación, es esencial que nos dediquemos a un estudio serio de como las tecnologías de la era de la información asociadas con la representación están afectando y afectarán la arquitectura. Eludir esta investigación significaría (a) caer prisionero en una utilización ciega de los nuevos instrumentos descriptivos o (b) una negación obstinada y sin sentido de la validez del uso de las computadoras en la arquitectura.
Así, y a pesar de más de 10 años de estar usando computadoras, los arquitectos continúan importando y usando los mismos métodos análogos de producción previos a su arribo.
tal postura no es más aceptable a esta altura de los acontecimientos.
En síntesis, la profesión arquitectónica debe hacer serios esfuerzos para explorar y adoptar métodos de producción apropiados con las tecnologías digitales existentes.